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- MEDICINA NATURISTA: "Las Plantas, Alimento y Medicina" -

Viernes 05 de Agosto de 2016. PUBLICADO POR S. Jorge Cruz Suárez

Quizás sean las plantas las que unen el cielo con la tierra y los seres que la habitamos. Las plantas, particularmente las plantas medicinales, son fuente inagotable de oxígeno, alimento, y medicina.

En la elaboración de La Rama, para celebrar la tradicional fiesta en la Viilla de Agaete, en Gran Canaria, cada 4 de agosto, se utilizan algunas plantas reconocidas además como medicinales tales como: poleo, eucalipto, brezo y laurel.

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     Durante varios miles de años, en la historia del planeta Tierra, no existió la vida tal como la conocemos. Hace unos 1.200 millones de años aparecen unos seres unicelulares, las llamadas cianobacterias, con capacidad para sobrevivir nutriéndose a partir de la luz solar. Luego vendrían las algas verdes acuáticas, y después los peces; hasta hace 500 millones de años en que se suceden las plantas terrestres y los animales.

     Desde que colonizaron La Tierra las plantas se han diversificado en alrededor de 300.000 especies diferentes. Que poseen la cualidad de transformar la energía del sol en alimentos para sí mismas, pero también para ofrecerlos generosamente a animales y humanos.

Las plantas además tienen una movilidad limitada, al carecer de piernas o brazos, tienen la cualidad de cambiar su forma para adaptarse a diferentes ambientes o situaciones meteorológicas, se visten de increíbles colores y exhalan exquisitos aromas que atraen a los insectos que a la postre les sirven para la polinización para su multiplicación y supervivencia.

Sin embargo la cualidad biológica más sorprendente en las plantas, particularmente en las hierbas medicinales, es la síntesis de miles y miles de sustancias químicas que sirven a su propio metabolismo, para la adaptación al medio en que viven, y especialmente para su propia defensa frente a insectos o animales depredadores.

     El ser humano a través de la observación de las costumbres animales, como la golondrina que deposita una gota de la savia de la hierba “celidonia” en los ojos de sus crías recién nacidas para facilitarles la visión temprana y aumentar así sus posibilidades de supervivencia, o como los hombres primitivos que casualmente aprendieron que la cáscara del granado provocaba estreñimiento y luego la utilizaron para combatir la diarrea; hemos aprendido recoger este conocimiento y utilizarlo para la salud de nuestra mente y nuestro cuerpo.

Esta inagotable síntesis de sustancias y aromas es también la causa que conduce a la utilización de las plantas aromáticas como recurso culinario, por el placer de tomar una infusión o acaso suplicando beneficios para la digestión pesada, o para el estómago asustado.

     Las Islas Canarias, debido a su origen volcánico y sus características climatológicas, poseen una riqueza excepcional en especies vegetales endémicas que se dan en esta tierra, y desde la antigüedad hasta nuestros días existe una larga tradición de utilización medicinal de las hierbas.

     Los mismos intereses económicos o sociales que desde hace décadas le negaron credibilidad a las plantas medicinales a favor de antibióticos, antiinflamatorios, etc.; hoy se hacen eco de que existe más que suficiente evidencia científica que justifica la utilización medicinal de las plantas como complemento o alternativa terapéutica eficaz y eficiente. Organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea, etc. reconocen la utilidad de las plantas y desarrollan políticas hacia la regulación y normalización de su consumo como recurso fundamental de salud para las poblaciones.