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- El esguince de tobillo -

Viernes 08 de Abril de 2016. PUBLICADO POR David García Martín

Las lesiones del tobillo son un problema común, responsable de aproximadamente el 12% de todos los traumatismos atendidos en las salas de emergencia. Si bien la mayor parte de los traumatismos de tobillo son simples torceduras de los ligamentos laterales, pueden dañarse muchas otras estructuras. Un tobillo dolorido e inestable, en forma crónica, puede conducir a una discapacidad importante y eventualmente a la artrosis. Por esta razón, debe evaluarse cuidadosamente este tipo de daño e incluir una detallada historia clínica y un examen físico y por imágenes apropiados. Una vez realizado esto, se puede hacer un diagnóstico exacto e instaurar el tratamiento adecuado.

El esguince de tobillo es una lesión que puede ser completa o incompleta en el aparato capsulo-ligamentario, ocasionada por un movimiento forzado mas allá de sus límites normales o en un sentido no propio de la articulación. Esta lesión activa una reacción inflamatoria con ruptura en mayor o menor grado de vasos capilares y de la inervación local que puede determinar por vía refleja fenómenos vaso motores amiotróficos y sensitivos que alargan la evolución de esta patología aun después de su cicatrización

Imagen noticia

Grados de esguince de tobillo

  • Grado 1: solo hay una distensión del ligamento sin desgarro del mismo, es el esguince mas leve
  • Grado 2: pueden ser leves o moderados y existe desagarro del ligamento sin llegar a rotura total. Los moderados pueden acompañarse de roturas oseas y requieren inmovilización con escayola o férula dorsal.
  • Grado 3: rotura total del ligamento asociada o no a rotura ósea. Requiere tratamiento quirúrgico para unir el ligamento.

Síntomas

Después del esguince de tobillo, suele aparecer un dolor muy intenso, en muchos casos acompañado de una hinchazón localizada y de variable magnitud. Una vez pasado el momento intenso del dolor el apoyo del pie resulta muy dificultoso. La intensidad del cuadro va a depender del grado de distensión del ligamento, o si se produjo su rotura parcial o total.

Posteriormente, se examinan la estructura y función del pie para detectar factores predisponentes. La simple palpación de la cara lateral del tobillo determina la localización de la lesión ligamentosa y el paciente manifiesta: dolor moderado a dolor grave repentino, hinchazón, decoloración, dificultad para mover el tobillo o dolor en el tobillo aunque no se lo esté cargando con peso.

Tratamiento

Los objetivos iniciales del tratamiento deben ser:  controlar la inflamación, controlar el dolor y evitar la carga de peso en el pie afectado.

Para ello el tratamiento inicial será:

    •    Elevar el miembro lesionado (para permitir el drenaje del edema).
    •    Aplicar hielo (actúa reduciendo la inflamación y controlando el dolor).
    •    Vendaje compresivo (para prevenir la inflamación).
    •    Administrar medicación antiinflamatoria y analgésica (para tratar la inflamación y el dolor).
    •    Deambular en descarga con la ayuda de bastones o muletas.

Esguinces leves (grado I): Se puede permitir el apoyo a partir del segundo día y comenzar con ejercicios de flexo-extensión Es conveniente utilizar una tobillera o un vendaje funcional al reanudar la actividad deportiva (generalmente a partir de la segunda semana).

Esguinces moderados (grado II): A partir del segundo día se permitirá el apoyo, con el tobillo protegido por una tobillera semirrigida, o con un vendaje funcional.

Esguinces graves (grado III): Deben ser evaluados por un traumatólogo que decidirá si aplica tratamiento ortopédico o quirúrgico. Los resultados son similares, por ello la mayoría nos decidimos por el tratamiento no quirúrgico.
Las primeras 48 horas actuaremos igual que en los esguinces leves: elevación de la extremidad, vendaje compresivo, aplicación de hielo (las primeras 48 horas, 20 minutos cada 2-3 horas. Luego 15 min. cada 8 horas. Cuando la inflamación haya cedido (generalmente en una semana) adaptaremos una inmovilización (fija o removible) durante 3 semanas. Pasado este tiempo, es aconsejable 2-3 semanas de tratamiento con un fisioterapeuta para iniciar movilizaciones y ejercicios isométricos.

Metáfora del esguince de tobillo

Como explica Eric Rolf en su libro 'La Medicina del Alma' (Gaia Ediciones, 2003), el pie actúa de captador de energía y el tobillo la enfoca, canaliza y empuja. Si la mente está muy desenfocada, dispersa, o va a demasiada velocidad, produce el efecto de que nuestra energía se diluye, en cierta manera se desperdicia. Cuando estamos muy pensativos, dándole vueltas a algo, no estamos en el cuerpo. Problemas en esta zona del tobillo manifiestan la necesidad de calmar la mente y de estar en el momento de una manera más física. También pensar demasiado y actuar poco, fantasía excesiva. Cuando nos damos un golpe en el tobillo o nos hacemos un esguince es porque estamos distraídos. Es muy interesante y revelador darse cuenta de lo que estábamos pensando justo en el momento en que sufrimos esta lesión.